Dar vida

Cuando la Iglesia aprueba la beatificación o la canonización de una persona, está reconociendo en ella un modelo de vida cristiana. La beatificación del padre Giuseppe Ambrosoli, médico y sacerdote comboniano, que tendrá lugar en la parroquia de Kalongo, en Uganda, el próximo 20 de noviembre, solemnidad de Cristo Rey, es motivo de alegría para la Familia Comboniana y para toda la Iglesia misionera.

En este mes en que recordamos a nuestros difuntos, hacemos memoria de todos aquellos que hemos conocido y amado y que ya no están en esta tierra. Recordarlos es signo de que dejaron una huella en nosotros y de que su memoria sigue estando muy presente en nuestras vidas. Han muerto a esta vida, pero han nacido para la vida eterna junto a Dios, Padre de todos y Señor de la Historia.

Justo un día antes la Iglesia celebra la solemnidad de Todos los Santos, tanto los conocidos como los anónimos, aquellos que con el ejemplo de sus vidas van marcando el camino para los que aún estamos en este mundo, pero que aspiramos, como ellos, a gozar de la vida que Dios da a los que creen en Él.

El padre Ambrosoli fue una persona que no sólo aspiraba a esa vida, sino que dedicó la suya para mejorar la de los demás. Una vida dedicada por completo a los enfermos, hasta su último suspiro, incluso en una situación tan trágica como fue la guerra de Uganda en los años 80 del siglo pasado. Con su beatificación, la Iglesia hace de él un ejemplo a seguir, ya no sólo para los Misioneros Combonianos, instituto al que pertenecía, sino para cualquier cristiano. Al igual que san Daniel Comboni, el padre Ambrosoli es ya un modelo para la Iglesia universal.

Celebrar el día de Todos los Santos y hacer memoria de nuestros difuntos sólo tiene sentido si somos capaces de descubrir la bondad y la santidad de los que nos han precedido, si nos dejamos iluminar por esas vidas desgastadas –y muchas veces entregadas– para que los demás «tengan vida, y la tengan en abundancia». Que el ejemplo del padre Ambrosoli nos ayude a ser lo que Dios espera de nosotros: hombres y mujeres entregados al servicio de los demás.



Deja un comentario